64. Más hambrienta que nunca

Si estás en este círculo de “estoy mas hambrienta que nunca”, “estoy comiendo más o más seguido que nunca” y “estoy subiendo de peso más que nunca”, te invito a que exploremos e indaguemos en la raíz de lo que está provocando todo esto.

Si crees que esto es muy difícil, especialmente por todo lo que está sucediendo en estos momentos. ¿Por qué no considerar que es justo en estos momentos, que por cierto es cuando estamos mas sensibles  puede ser el momento ideal de trabajar esto?

Para esto hoy sugiero acudir a nuestro sentido común. Este sentido que comúnmente se ha dejado de utilizar. Si usamos nuestro sentido común podemos ver que es totalmente cierto, puedas encontrarte con que te sientes mas hambrienta que nunca. 

Si usamos nuestro sentido común podemos saber que es natural que si toda la vida, hemos estado acostumbradas a responder con comida ante nuestras preocupaciones, ante nuestro estrés, ante nuestra ansiedad. Pues hoy, ante un escenario estresante como es el que estamos viviendo. ¿Qué hace nuestro cuerpo? Buscar comer.  Es lógico, si nuestro cuerpo no ha aprendido a responder de otra manera mas que con comida ante este tipo de emociones.

Ante esta bomba de emociones, nuestro cuerpo nos pide una bomba de comida.

Sin pensar, hemos entrenado a nuestro cuerpo a comer ante las emociones.

Sigamos explorando, cuando queremos comer mucho, buscamos alimentos que son en su mayoría procesados, y/o muy azucarados. Estos alimentos son adictivos, los hacen así intencionalmente para que no podamos parar. Sigamos usando nuestro sentido común.

Si ante las emociones mi cuerpo esta entrenado a pedir comida, le doy comida. La comida que le doy en su mayoría es comida que me hace querer mas y mas. Pues es lógico, estoy más hambrienta que nunca. 

De entrada, se puede ver diferente el “entiendo por qué estoy mas hambrienta que nunca”.

De aquí tenemos la opción de resignarnos, de esperar a que de repente todo cambie o de decidir cortar este círculo. 

Y para cortar este ciclo, utilizando nuestro sentido común evidentemente podemos ver lo siguiente:

Una dieta, puede ayudar, incluso generar algo de motivación, pero en cuanto se presente un tema emocional, el cuerpo volverá a pedirnos comida.  Porque, ha sido entrenado para comer ante emociones, sigue respondiendo igual que siempre.

Lo que hay que trabajar es precisamente eso que tenemos de estar acostumbradas a comer por emociones. Si te suena complicado, puedo entenderlo, pensaba igual. Te aseguro que, PUEDES HACERLO. 

Es cuestión de re entrenar a nuestro cuerpo. Con paciencia, con determinación. Piensa en  cómo entrenarías a un bebe a dormir toda la noche, después de estar acostumbrado/condicionado a jugar y comer durante cada noche. 

Con paciencia y determinación, te decides a entrenarlo. 

A veces lo apapacharás, a veces lo dejaras llorar un poco, a veces le vas a dar solo agua. 

Entiendes que es un proceso, entiendes que lo va a lograr.

Así mismo, nuestro cuerpo ha estado acostumbrado a comer ante todas estas emociones, puede re-entrenarse.

Francamente lo que considero que es la mejor solución, es mi programa de coaching Puedes Hacerlo Espectacular. Es el camino ideal para lograr, no solo bajar de peso de manera definitiva, sino a vivir en paz tu cuerpo, la comida y tus emociones. Si quieres aprender más acerca de este programa, visita la página: www.monicasosa.com/estoylista

Te espero con los brazos abiertos. 

De cualquier forma, también hoy mismo puedes empezar, haz un plan de comida que te pueda mantener en buena salud, un plan sustentable. Decide a honrarlo con la paciencia y determinación con la que entrenarías a un chiquito a dormir la noche completa. Y cuando estes a punto de salirte del plan o te encuentres con que no lo seguiste, haz una pausa. Respira profundamente y decide hacer un cambio de actividad o sentarte a escribir en lo que estas sintiendo y en cómo esperas responder ante esa emoción. 

Observa con auto compasión tu respuesta, tu costumbre de comer ante las emociones. Ve cambiando la respuesta y verás cómo es que tu cuerpo va cambiando también.

Esa hambre va regulándose. Déjate guiar por tu sentido común y también podrás identificar de qué exactamente esta hambriento tu cuerpo. Quizá descubrirás que estás hambrienta de auto compasión, hambrienta de descanso, hambrienta de respiros profundos y espacios de meditación, hambrienta de abrazos, hambrienta de cuidado personal. 

Disfruta tu proceso, anímate a probar y comprobar como es que cambiando tu manera de pensar, puede cambiar espectacularmente, tu manera de vivir.

Deseo para ti y tu familia abundante salud y bienestar. 

Con cariño

Tu coach

Mónica Sosa

Te invito a ver la clase Adios a Comer por Ansiedad

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