287. 5 Lecciones de Mi Medio Maratón a los 50.

Hoy te traigo un episodio muy especial, porque voy a compartirte algo muy personal, pero que estoy segura puede dejarte herramientas muy poderosas para tu propio camino hacia tu peso ideal.

Siento que sobra aclararlo, pero si esta es la primera vez que me escuchas. Este episodio no se trata de técnicas para correr, ni de cómo mejorar tu tiempo, ni de entrenamiento físico.
No, no soy coach de running, ni personal trainer. Este episodio es sobre lo que estoy convencida permite el logro de una meta muy puntual. Hoy he querido compartir contigo cómo cambié una conversación interna que por años me había limitado, y cómo ese cambio me permitió lograr esta meta que, honestamente, pensé que ya no era para mí.

Ya veras que, aunque hoy te voy a hablar de un medio maratón que corrí a mis 50, hace poco más de dos semanas ya, lo que realmente quiero que invitarte es a que escuches las lecciones que esta experiencia me dejó. Porque estas lecciones aplican perfectamente a ese camino que tantas veces tu que escuchas este podcast seguramente has intentado recorrer: el de lograr tu peso ideal en paz y definitivamente.

Si eres de las que ha probado mil dietas, que empieza con emoción pero luego se siente frustrada, que se castiga por no ser constante, y que muchas veces se siente sola o confundida, este episodio es para ti.

Quiero contarte que hace ocho años yo había decidido que nunca más iba a volver a correr un medio maratón. Ya había corrido tres, los terminé todos, sí! Pero los terminé todos con lesiones, y eso me hizo quedarme con cierta frustración, y hoy se que sobretodo con lo que me quede fue con una conversación interna que me decía:
“yo no soy buena para esto”, “yo no soy capaz de correr sin lastimarme” “no tengo la disciplina para seguir un entrenamiento como debe ser”, “mis piernas no aguantan, mi cuerpo no está hecho para correr”.

Y así me quedé, con esa historia. Una historia muy parecida a la que se que muchas mujeres que me escuchan se cuentan sobre su peso:
“yo no puedo”, “mi cuerpo no responde como el de  las demás”, “yo no soy capaz”, no tengo la disciplina para lograrlo”

Pero ya sabes que a eso me dedico. A ayudar a mujeres a transformar precisamente esa historia. A cambiar esa conversación. Y eso fue justo lo que hice conmigo.

Ante esa cosquillita, esas ganitas que si que notaba que tenía de ser alguien que disfruta correr que la verdad se me había  incrementado en estos últimos años. Entre que tengo la suerte de vivir en Boston y ademas muy cerca de la linea de la meta del maratón, también viendo a mi esposo correr, viendo a mis hijas inspirarse y lograr sus propios medios maratones, me empecé sentir contagiada y a cuestionarme:
¿y si no es cierto que esto no es para mí? ¿Y si no es mi cuerpo… sino lo que me estoy diciendo?

Y cuando llegó esa propuesta o invitación inesperada de mi hija para inscribirme a la rifa de medio maratón de NY, mi respuesta automática fue “no, apuntense ustedes, yo no, porque yo siempre me lastimo, me encantaría pero yo no soy buena para correr”.
Pues a partir de responder eso, algo en mí se incomodó. Porque en el fondo, sí quería.
Quería darme esa oportunidad, pero hacerlo diferente. Desde otro lugar.

Y fue así como decidí hacerlo, compartí este deseo con mi hija, me inscribí en la rifa, tuve la suerte de entrar. Claro que me dio mucho miedo, incluso tomé la opción de usar mi espacio para un año mas tarde y me dispuse a prepararme, a ser principiante, a buscar aprender, informarme de lo que realmente tenia que considerar para correr un medio maratón, pues a prepararme, mental y fisicamente, a cuidarme, a comprometerme, a vivirlo,  y a lograrlo…pero ahora sin lastimarme.

Y aunque ni el camino, ni el recorrido fue perfecto, reconozco que si logré esa meta tal cual me la propuse, terminar el medio maratón sin lastimarme. Lo hice aplicando los conceptos que enseño en el camino hacia el logro de la meta del peso ideal, conceptos que no había aplicado en mis medios maratones anteriores y que hicieron toda la diferencia y aquí estoy, compartiéndote cinco lecciones que me dejó el proceso.

 

Lección 1: El pasado y la edad no son un obstáculo si eliges usarlos a tu favor. Es que es así: el significado que le demos a nuestra experiencia de vida es determinante en lo que está por venir.

Siempre podemos seguir construyendo nuestra mejor versión, sin importar lo que haya pasado antes.

 

Lección 2: Si quieres resultados distintos, necesitas acciones distintas y un plan claro que te comprometas a seguir.

Con tanto bombardeo de información que tenemos esto no es nada fácil pero es muy importante hacerlo consciente. Me pasó cuando quería bajar de peso: probar una dieta y otra, y mezclar, hacer inventos hasta terminar  confundida y más lejos de mi meta.
Así que: asesórate, elige el plan correcto para ti, y deja de coquetear con otras opciones.
Escucha a quienes te inspiran y en quienes confías y los demás consejos agradécelos, pero no necesitas aplicarlos todos.

 

Lección 3: El cuidado de tu mente es tan importante como tu plan. 

Sin atención a tus pensamientos, no hay meta que se sostenga.

Este punto es clave. En esta experiencia, me enfoqué en transformar mi conversación interna. Y eso cambió todo.

Pasé del “yo no puedo” al “puedo hacerlo a mi ritmo, escuchando a mi cuerpo, disfrutando el proceso y sintiéndome orgullosa”.

Esa transformación mental fue la base para sostener el entrenamiento/mi plan, no para seguirlo a la perfección (porque no lo seguí a la perfección) pero si para volver una y otra vez a el, para mantenerme constante en el querer mucho lo que me propuse.

Este punto de cuidar la mente es lo que antes no sabia como hacer y sé que esto es lo que muchas veces hace que andemos saltando de plan en plan, porque pensamos que el plan no funciona, cuando en realidad los pensamientos saboteadores son el verdadero obstáculo.

 

Lección 4: La meta no es el destino, es el camino lo que realmente importa. 

Y no se si esto suena a cliché, pero lo viví y lo tengo que decir así. El camino es lo que más se disfruta. Cuando nos convencemos en que lo más importante es la meta y solo queremos llegar a ella dejamos de disfrutar el momento, nos angustiamos, nos estresamos. 

Cruzar la línea de llegada o ver logrado ese número en la báscula es emocionante, sí, pero no es ahí en donde esta el logro. Lo valioso está en el recorrido.

Y esto hay que hacerlo consciente. Si te has planteado una meta, hazte cargo de disfrutar, de saborear, de gozar el proceso. Porque si no lo vas a disfrutar… ¿como para qué hacerlo?

 

Lección 5: No hay nada mas conveniente que disponerse a abrazar a la imperfección, que siempre se aparece incluso cuando se logre la meta.

Queremos hacerlo bien, queremos dar lo mejor, y eso está increíble!
Pero la perfección no existe. Ni durante el proceso, ni al cruzar la meta. Ni cuando vas a recoger tu medalla, ni cuando te vas a celebrarlo.

Y parte de abrazar la imperfección es entender que: incluso cuando lo logras, puede que no se sienta perfecto.
Puede que pienses: "pude haberlo hecho mejor", "debí haberlo hecho más rápido", ‘uy..no debí hacer esa pausa, no debí  probar ese alimento….”fallé en una parte del plan”, etc, etc, etc.

Y justo ahí es donde más necesitas hacer una pausa, abrazar a la imperfección que siempre visita y con ella  celebrarte.
Sentirte orgullosa, aunque no haya sido perfecto.

Porque lograste algo que te propusiste.
Y eso, por sí solo, merece reconocimiento, merece alegría, merece amor.

Plantearse metas y alcanzarlas no es indispensable para ser feliz, pero es una forma muy bonita de vivir con intención.
Y si lo haces abrazando tus imperfecciones, todo se vuelve mucho más ligero, más real y mucho más poderoso.

 

Y bueno, estas fueron cinco lecciones que me dejó esta experiencia de correr un medio maratón a mis 50.
Más allá del “running:, esta fue una experiencia de transformación. De re conecte con mi cuerpo, con mi mente, con mi corazón  y con mi propósito.

Y quiero decirte a ti, que me escuchas, que si estás en tu propio camino hacia tu peso ideal —y ya probaste de todo y nada parece funcionar—, no estás sola, tu si puedes hacerlo.
Y sí… sí es posible lograrlo, cuando hacemos un cambio profundo en nuestra manera de pensar.

Si estas lecciones resonaron contigo, si sientes que es momento de hacer vida todo esto a un siguiente nivel, te invito a que te unas a la lista de espera de Mi Mejor Versión, en
👉 monicasosa.com/mmv

Ahí te avisaré en cuanto abramos las puertas de este espacio, que ha sido diseñado con todo mi corazón, y que estoy convencida es el mejor lugar para lograr tu peso ideal desde el amor propio y la transformación mental.

Porque sí, cuando cambiamos nuestra manera de pensar… cambia todo.
Cambia nuestra historia. Y nos permite crear esa versión de nosotras mismas que sabemos que estamos llamadas a ser.

Gracias por escucharme.
Te abrazo a la distancia con mis deseos de bienestar para ti y tu familia, y sobre todo, con mis deseos de que tengas un día, una semana y una vida…
¡espectacular!

Hasta la próxima.

Con cariño,

Tu coach Mónica

Close

 

Dame por favor tus datos para poder compartir contigo cada semana estas herramientas que sé que funcionan. 

* Si no recibes inmediatamente un correo de confirmación, busca por favor en el fólder de spam